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 Reencuentro

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Whitemoon
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MensajeTema: Reencuentro    Reencuentro  Icon_minitimeVie Mar 01, 2013 6:47 am

Bien lobos, es mi primera historia y le escribo de ociosa q soy, pero aviso q llevo poco asi q no se pongan exijentes porq apenas tenga net otra vez sigo subiendo, ahora llevo 4 caps. meno eso disfruten XD

1.

“ -¡Apresúrate Rebecca! Ya casi es hora, deben de estar listos en estos momentos-gritaba el chico mientras, tomados de las manos, corríamos por las calles del pueblo hacia la casa de los Olsen.
-¿¡Estás seguro de que en verdad se van!? Creo que si fuese cierto él nos hubiese dicho algo al respecto-dije mientras se me hacia un nudo en la garganta al empezar a creer lo que mi amigo me dijo hacia un momento mientras me sacaba a rastras de mi propia casa para contarme que nuestro mejor amigo, Balthazar, se marchaba del pueblo.
-T-tan solo concéntrate en seguir corriendo, ¿OK? -Dijo mientras tiraba un poco de mi mano-¿No puedes ir más rápido?.
Luego de un par de lo que ahora parecían largas calles doblamos velozmente la esquina y sentí como Liam se detuvo de golpe, acto seguido mire hacia donde nos dirigíamos y, al darme cuenta, mi corazón se detuvo por un segundo. El Jeep color rojo de los Olsen arrancaba y se alejaba rápidamente. Sentía como la rabia y la frustración se apoderaban rápidamente de mi, sabía que no podía soportarlo más; en ese momento Liam me abrazó para luego marcharnos de allí. Además, ¿que podían hacer en esta situación 2 niños de 10 años?”

Desperté de golpe al escuchar la alarma de mi celular avisándome que ya eran las 8 a.m, me levanto algo adormilada y abro la cortina. La luz del sol me cegó por un momento, pero al acostumbrar un poco mis ojos, abro la ventana. Antes de hacer cualquier otra cosa me miro en el espejo; mi pelo castaño oscuro está completamente enmarañado, mis ojos lucen cansados a pesar de tener un vívido color gris azulado y unas ojeras se marcan en mi piel. Sí, soy un completo desastre. Por eso he odiado este “sueño” por lo largo de 2 semanas.
Miro la hora en mi celular, 8:15. Era hora de darse un baño y tratar de olvidar un poco, creo que es lo mejor.
Después de darme una ducha y vestirme para lo que hoy sería uno de los peores días de la semana, bajé al primer piso y me acomodé en una de las sillas del comedor junto a mi padre y mis 2 hermanos: Peter, el mayor, quien hoy comienza sus clases de la universidad, y Francis, quien aún cursa 5º grado de preparatoria. Mi madre llegó con el desayuno, pero se me hace tarde.
-Por mí no te preocupes, lo más seguro es que tenga que irme en 3 minutos mas-dije a mi madre mientras servía los waffles- Subiré a cepillarme los dientes y me voy.
Subo a la carrera por las escaleras, entro al baño y, mientras cepillaba mis dientes, escuche una bocina. Miro el reloj verde que siempre llevo en la muñeca izquierda y sonreí.
-Siempre a la hora ¿eh? –susurre para mí misma, nunca dejaría de sorprenderme de su puntualidad.
Cuando estaba a punto de salir, me despedí de todos, cogí mi mochila y me apresuré a salir. Afuera, como siempre a las 9:30 am y junto a su Mini Cooper azul eléctrico estaba mi mejor amigo. Liam Vandergeld. Era un joven alto, fornido, de piel clara, cabello rubio ceniza y unos oscuros y profundos ojos verdes. Cuando lo vi, relajó su postura y se acerca un par de pasos abriendo sus brazos, me acerquo corriendo y me lancé a ellos. Me apreta contra su cuerpo por unos segundos hasta que habló.
-¿No has podido dormir aún?-Dijo mientras observaba detenidamente mi rostro-Luces cansada, no te preocupes, cuidare de ti en historia, se que eres talentosa para dormir una siesta en esa hora-Se reía mientras le di un golpecito en el costado.
Subí al auto y me senté en la parte del copiloto. Como siempre, todo va genial entre nosotros y no es de extrañar, ya que nuestras madres se conocen de la secundaria, pero hoy era extraño y me sentía increíblemente incomoda con respecto al sueño que he estado teniendo desde hace 2 semanas. Cuando paramos en un semáforo camino a la escuela miré a Liam de reojo pero soy descubierta porque él estaba mirándome fijamente.
-Ok voy a ir sin rodeos, ¿qué te preocupa?-Dijo sin quitarme un ojo de encima siquiera cuando el semáforo dio luz verde.
-No es nada, además debes avanzar.
-No hay problema- arrancó el auto hasta la orilla de la calle y se estacionó allí-Ahora nada te salvará de que me cuentes eso que te mantiene desvelada por las noches.
Confiaba a ciegas en Liam, pero para ambos era un tema delicado lo que paso hace ya 6 años si mi memoria no me engaña.
-Bien, tu lo quisiste-Respiré profundamente antes de comenzar-Recuerdas lo que paso hace 6 años…-Asintió-Ese…
-…Ese día 3 de agosto, lo recuerdo bien.
-ok ok, bien, he estado “soñando” o “recordando”, como tú quieras, AQUEL día hace 2 semanas. No he podido lograr sacármelo de la cabeza.
Liam ahora miraba el piso del coche, perdido en sus pensamientos. Era un poco extraño seguir pensando en esa fecha; resumiendo, ese día fue cuando perdimos a nuestro mejor amigo Balthazar Olsen, sin siquiera alcanzar a despedirnos. Liam me pilla por sorpresa cuando golpea la puerta y, tomando mi mano, me secuestró de casa para llevarme donde Balthazar. Al final, cuando llegamos, se estaban marchando y ya era muy tarde.
-Pues, yo también soñé algo parecido anoche, pero logre superarlo- Allí estaba su sonrisa burlona, el tema ya no le afectaba al parecer-no te preocupes, sabes que este mes te pone de ese humor, solo nos queda la mitad de agosto, creo podrás sobrevivir.
-Si-suspire agotada-Creo que lo intentare.
Al estacionarnos en el colegio, sabía el aburridísimo día que me esperaba por delante: Matemáticas, Historia y Física. Perezosamente, tomo mi mochila y salgo del auto. Un par de autos a la derecha nos esperaban Sara y Robert Queene. Los hermanos fueron grandes amigos desde la ida de Balthazar, nunca han podido reemplazarlo pero se han ganado su lugar. Nos dimos un rápido saludo con la cabeza y entramos a un trote ligero a la escuela.
-Lista para… oh! Rebecca solo mírate, ¿¡Acaso no has dormido?!-dijo mientras me seguía regañando.
-Lo siento pero ya sabes, es agosto-dije sin muchas ganas-bueno... y ¿qué ibas a decirme?
-¡Hoy llega un alumno nuevo! Y por lo que eh investigado, tiene varias de nuestras clases-me guiñó un ojo. Siempre se emocionaba a la llegada de nuevos chicos.
-Rebs, te veo en historia, ok?-Dijo mi agitado amigo mientras corría a su clase de ciencias.
-Si claro, sabes que debes cuidarme las espaldas. Te estaré esperando.
Nos despedimos y me fui a mi clase de matemáticas de la mañana junto a Rob.
Suspiré relajada y levanto los brazos cuando terminaron las fastidiosas clases de geometría y otras cosas que para mí no tenían sentido ni me eran útiles. Ahora nos tocaba, al fin, el receso. Aunque pensar en las próximas horas con el Sr.Flickerman en historia hicieron que mi ánimo volviera a estar por los suelos.
Teníamos los próximos 20 minutos libres y nos reunimos fuera de nuestro salón con Sara y Liam.
-¿Aun no hay noticias del nuevo?- Preguntó Robert, sin mucho entusiasmo- Se supone que debería llegar a esta hora…
-Tendrá que aparecer tarde o temprano… eh Sara, hoy en la noche es la fiesta en tu casa ¿verdad?-dije algo entusiasta, creo que estos eran los momentos para distraerme.
-¡Claro!, ¿Acaso lo olvidaste? Fuiste una de las que más interesada en ese entonces, me sorprendes-fruncía su seño algo molesta. Giró en dirección a Liam y le dio una de sus mejores sonrisas-¿También vas verdad Liam?
Le pilló desprevenido, estaba mirando donde la secretaría, un chico había entrado. Agitó su cabeza intentando volver al tema y le sonrío amistosamente, deslumbrando a la esperanzada chica que tenía al frente diciéndole “Seguro, no me la perdería. Ya sabes, todo el mundo estará allá y, claro, no puede faltar el alma de la fiesta.”, después le guiñó un ojo. Sara se fue dando saltitos y con su rostro resplandeciente hacía un grupo de personas que, personalmente, solo conocía por las fiestas de Sara.
Robert siguió su camino hacia no se qué lugar, solo hablábamos un par de veces, pero eso no afectaba, de hecho algunas veces eso era agradable. Mire extrañada a Liam, quien me miro algo extrañado.
-¿Qué?
-“No puede faltar el alma de la fiesta.”-dije imitando su voz-Solo vas por cumplir ¿no es verdad?, esa chica está enamorada de ti y le sigues dando falsas expectativas.
-¡Hey! No es mi culpa de que esté enamorada de mí, yo no he hecho nada- Se encogió de hombros sin darle mucha atención al comentario- Además sabes que solo voy por ti, sino quien te controlaría de que no te embriagues hasta el punto de no saber siquiera donde estas- sonreía burlonamente recordando la primera fiesta de Sara en la que también estaba Liam.
-Solo fue una vez, estaba deprimida y… era una fiesta ¡vamos! Que aburrido eres- Su comentario me había ofendido- Hey tengo una duda, ¿porque mirabas a un chico que entró a la secretaría?, si no me equivoco.
-No es nada, es solo que… su rostro me pareció familiar- Sonó el timbre- Anda vamos a clases.
Mientras caminábamos por el pasillo hacia el salón, sentía un par de ojos que se fijaban en mí por bastante rato. Esta sensación era incomoda, gire un poco la cabeza y miré de reojo hacia atrás, pero no había nadie más que alumnos llegando apresuradamente a su salón.



El momento había llegado, me tomé la molestia de memorizar el título de la clase de hoy antes de echarme una merecida siesta. Mis párpados se sentían pesados y apoyaba la cabeza en mi brazo izquierdo. Cuando estaba por quedarme dormida, 3 golpes en la puerta terminaron por despertarme y llamar mi atención, ¿quién era lo suficientemente idiota como para llegar tarde a la clase del Sr.Flickerman?
-Mmm…, 30 minutos tarde-Dijo molesto el Sr. Flickerman mientras se dirigía a la puerta. - ¡Ah!- Su actitud cambió de inmediato- Tú debes ser el chico nuevo. Ven, pasa.
Un chico entró al salón pidiéndole disculpas al profesor, excusándose que es su primer día de clases, ya que con su familia regresaron al pueblo hace poco tiempo. Al momento Liam me susurro “Es él, él es a quien vi”, y entonces le preste real atención al chico: Pelo negro azabache que le caía sobre los ojos marrón dorado, piel blanco marfil, barba incipiente y, al menos, mide 1,73 de alto. Es fornido y ancho. Viste unas zapatillas converse grises, pantalón completamente negro y una polera blanca, en las que se marcaba su musculoso torso.
El sueño desapareció completamente, mis ojos se abrieron de par en par. Mientras Flickerman lo presentaba al resto, nuestras miradas se encontraron. Cuando escuché su nombre ya no había dudas.
-… Balthazar Olsen…- después de que Flickerman pronunciara esas palabras no escuche nada más. Una gran alegría invadió mi cuerpo en ese momento y no pude contenerme.
-¡BALTHAZAR!-grité su nombre, al parecer muy fuerte, porque todos se dieron vuelta para ver mi rostro, que ahora, estaba completamente rojo.
Sin aviso previo, Balthazar atravesó corriendo el salón hasta mi asiento y, con un suave movimiento, me saca del asiento para estrecharme contra su cuerpo en un apresador abrazo. A pesar de estos 6 largos años, su cuerpo me resulta tan cálido y familiar que no lucho contra él, sino que nos quedamos de esa forma sin saber del mundo a nuestro alrededor. Tiene un delicioso olor a pino impregnado en su piel, lo que me trae recuerdos de, cuando pequeños, jugábamos en los bosques del pueblo.
-Te extrañé tanto, Rebecca-Dijo con una voz melancólica- No sabes cuánto…
-¡Cof Cof!- la toz intencional de Flickerman nos devolvió, muy rápido, a la realidad-Señor Olsen, Señorita Helberg, sin perder más tiempo, por favor tomen sus asientos y pongan atención-mira su reloj- perfecto, ya perdimos 25 minutos en el encuentro amoroso de ambos. No quiero ver nada parecido.
Balthazar se sentó en el asiento libre de mi derecha, mientras Liam estaba en el de mi izquierda. Cuando recuerdo la presencia de este me apresuro a disculparme. Él sonríe para mí simple y encantadoramente, dándome por perdonada, pero, al encontrarse con la mirada de Balthazar, su actitud cambia por completo. Ambos se miran con un profundo odio y rencor.
-¿Me has extrañado?-Dijo el chico de ojos marrones, con una ancha sonrisa irónica en su rostro.
-Más de lo que te imaginas- El chico de pelo ceniza tuvo la misma actitud; haciéndome preguntarme ¿Qué es lo que pasa entre ambos?¿no debía ser este un momento de felicidad?
Balthazar sonrió para sí mismo y volvió hablar solo conmigo, llamando mi atención cada vez que Liam intentaba decirme algo. Al termino de la hora, mi amigo lo había conseguido, Liam estaba completamente irritado; al parecer no soportaría mas estar en el mismo salón con él.
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Whitemoon
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MensajeTema: Re: Reencuentro    Reencuentro  Icon_minitimeVie Mar 01, 2013 6:48 am

2.
-… Entonces cuando el objeto de 1,5 kg de masa cae con una velocidad…- El Sr. Grasso repetía el ejercicio mientras una minoría de alumnos le prestaba especial atención.
Los minutos pasaron demasiado rápido mientras seguíamos hablando con Balthazar. Tengo tantas preguntas, que necesitaban una respuesta inmediata, a lo que mi amigo solo contesto con “todo a su tiempo Rebs. ¿No puedes esperar a la salida o es que tanto pensaste en mi que estas desesperada por saber qué pasó?, ¿Te he dejado tan prendada de mí?”, mientras sonreía irónica y burlonamente. Sonreí en respuesta y, acomodándome un poco, retomé la siesta pendiente que arrastraba de historia.
-…Rebecca... ¡Rebecca despierta!- Alguien decía mientras me sacudía ligeramente- Demonios, ¿Siempre es lo mismo?- La voz de Balthazar tenía un grado de intriga y molestia.
- No, siempre lo hace en Historia. Además, siempre despierta antes de que termine la hora…-Ahora era Sara quien hablaba.
-De acuerdo, entonces creo que debo llevarla, de otra forma estaremos estancado aquí más tiempo.
Ya estaba lo suficientemente consiente para asimilar lo que haría. Cargarme hasta la salida. Por mucho que lo odiara debo de admitir que esta vez es ventajoso ya que me pesa el cuerpo y no tengo ganas de moverme por mi misma.
-Déjala, yo lo hago-Aquella voz grave la reconocería en cualquier parte. Mi mejor amigo venía a mi rescate.
Los fuertes brazos de Liam me levantan fácilmente, haciéndolo parecer, a simple vista, bastante sencillo. Aunque, por cercanos y familiares que seamos, siempre me incomoda el momento en que Liam me carga en brazos.
- No me gusta que me cargues-Dije mientras fruncía el ceño y apretaba los labios.
-Lo sé, te recuerda cuando te llevaba, ebria, hasta mi auto para dejarte en casa.- Sonreía recordando el chistoso momento hace un año.-Mejor dicho, te molesta que te cargue porque… siempre que lo hago es después de la fiesta- Ahora reía a carcajadas de su broma.
Al llegar al estacionamiento, solo estaban Sara y Rob. Extrañamente Balthazar no estaba en ninguna parte y su Jeep aun estaba allí, eso significaba que sigue dentro. Liam me dejo bajar con amabilidad y enseguida empecé a buscarlo con la mirada, hasta que lo localicé en la entrada del colegio, Balthazar traía mi mochila negra en su hombro, y cuando estuvimos de frente, me la entrego.
-¿Te veré esta noche?-Dijo emocionado nuestro amigo mientras me miraba fijamente- Así, tal vez, podría responderte algunas preguntas. Claro, todo depende de cómo me trates-Sonrió pícaro. Quien sabe que estupidez se le acaba de pasar por la cabeza.
-No me comprometo con tu seguridad, pero intentaré resistirme.
Se despidió con un beso en mi mejilla, provocando que me sonrojara levemente mientras caminaba despreocupado hasta su Jeep que estaba en dirección contraria a nuestro auto. Hicimos lo mismo con Los hermanos Queene para subirnos y marcharnos pronto de la escuela.
El mismo camino de todos los días. Tan aburrido y melancólico como siempre con sus flores blancas, acompañadas de rebosantes malezas. A lo largo de los años, memoricé cada falla del camino, cada maleza o flor que, de milagro, crecían al lado del gris pavimento. Recordé de momento lo que me preocupó en la tarde.
-¿Qué fue todo el lío de historia?-digo de repente mirando a mi amigo- ¿Qué fueron todas esas miradas de odio? ¿Y aquellos comentarios…?
No respondió. Lo miro fijamente por todo el trayecto a casa, lo que son al menos unos 20 minutos. Después de todo no se digna de, al menos, devolverme la mirada. Ya estacionados frente a mi casa dijo.
-Para hacértelo más fácil, digamos que es un pequeño conflicto –dijo mientras me sonríe dulcemente-… que arrastran ambas familias desde hace algún tiempo. Y no Rebecca, aún no puedes saber.
-¿¡Qué!?... olvídalo, está bien-bostezo cansada y abro la puerta del copiloto para salir del auto- Nos vemos en la fiesta- me despido y camino en dirección a la puerta.
-Vengo por ti a las 12-grita después de 3 bocinazos que llamaron mi atención.
Mientras rebusco las llaves en mi mochila vuelvo a bostezar, de acuerdo, debo tomar una siesta urgentemente o me perderé la fiesta a causa del sueño. Tras un segundo bostezo encuentro las llaves en el bolsillo del costado, abro la puerta y me dirijo directamente la cama.
Despierto gracias a la alarma de mi celular. 12:45, demonios, otra vez tarde. Miro con detención la pantalla y leo el mensaje “7 llamadas: Liam”. Corro hacia la ventana, la abro de golpe y miro hacia la calle. El chico de cabello ceniza fija en mi su mirada y da unos golpecitos con su dedo índice al reloj de su muñeca derecha, ya puedo escucharlo diciendo “Es tarde”. Me vuelvo velozmente hasta el ropero, cojo lo primero que veo y, por suerte, creo que combinan: unos vaqueros oscuros simples, polera blanca a tiras, blusa azul a cuadros sobre esta.
Guardo el celular en el bolsillo trasero de mi pantalón y bajo las escaleras. Antes de despedirme, noto la ausencia de mis padres, solo veo a Peter y Francis en el comedor, pegados al televisor.
-Eh Peter-me mira algo distraído a causa del programa de televisión- ¿Dónde están Papá y Mamá?
-Salieron… creo que a un viaje por trabajo de papá-dijo sin sorpresa- ya sabes cómo son de espontáneos.
- ¿Enserio? Es genial-Sonrío, el que mi hermano nos cuide es igual a que Francis y yo estuviésemos solos- Bien, ahora saldré un momento. Adiós.
Ambos se despiden con un gesto y yo salgo de la casa para subirme al auto que me esperaba hace bastante. El interior es cálido, al igual que la sonrisa que me regala Liam, como siempre, antes de arrancar. A lo largo del camino vamos cotilleando sobre algunos temas, pero prevalecen las burlas de mis tardanzas y de cómo mi amigo me llamaba y esperaba por mí como un idiota fuera de la casa. Antes de bajarnos noto la presión de la mano de Liam sobre mi hombro, sus ojos reflejan algo que parece ¿preocupación?
-Tenemos que hablar de algo- dijo cortante mientras me miraba fijamente.
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MensajeTema: Re: Reencuentro    Reencuentro  Icon_minitimeVie Mar 01, 2013 6:52 am

3.
-Tranquilo ¿sí?-aparto con cuidado su pesada mano de mi hombro y con cariño la tomo entre las mías. El observa el gesto- ¿Qué pasa? Acaso es… ¿relacionado con lo de esta tarde?- Miro su cara dulcemente, parece que logra borrar la expresión de preocupación que tiene. Relaja su postura y ahora está algo más serio.
-No. Bueno tal vez un poco. Veras, me he sentido un poco preocupado por ti en estos últimos días, principalmente porque tu casa queda al frente del bosque y…- me mira fijamente a los ojos- ¿te has enterado de los ataques?
-¿Ataques?, vamos, en el pueblo de Mooray Falls nunca pasa algo tan interesante como un ataque de no sé qué criatura-no puedo evitar reírme burlona.
- Esto es serio. Se habla de un ataque en los bosques, provocados por algún animal. ¿No lo recuerdas?, hace 6 años fue igual y hubo una gran cantidad de víctimas, entre ellas…
- Uno de los Olsen…-Dije y mi respiración se detuvo de golpe al recordar las fotos de las victimas que aparecían en los diarios: policías al lado de los cuerpos encontrados en los bosques, con sus gargantas abiertas, completamente ensangrentados, y a veces mutilados.
-Claire Olsen. Una tía de Balthazar-ahora era él quien tenía mis manos entre las suyas y las acariciaba suavemente-por eso no quiero que andes deambulando por allí… cerca de él. Recuerda, la muerte de la señora Olsen fue cerca de su casa, ubicada a las entradas del bosque.
-Sí, ahora que lo dices lo recuerdo. Algunos nos dijeron que esa fue la razón por la que se marcharon del pueblo ¿recuerdas?
-No pienses ese tiempo, no te hará bien-su voz me consuela rápidamente-Además, estamos frente a la casa de los Queene, no querrás perder tiempo con esto ¿verdad?
Ambos bajamos del auto e intentamos recobrar el buen ánimo antes de la charla. La casa de los Queene es enorme, aún con toda la escuela metida dentro y fuera de la casa, no son capaces de llenarla. Liam me dio unas palmaditas en el hombro, “creo que esta noche debes dar por hecho de que tendré que llevarte por mi cuenta a tu casa”. Sonreí, creo que esta noche era un buen inicio de mi semana de libertad paternal.
Estaba un poco emocionada y siento mi boca seca, el momento y excusa perfecta para beber. Tomo la mano de mi amigo y caminamos rápidamente hasta donde estaba la fiesta: junto a los barriles de cerveza y la música. Camino a terminar la tercera cerveza, oigo a lo lejos que gritan mi nombre. Balthazar venía caminando en dirección nuestra, me saluda con un beso en la mejilla y no presta mayor atención al chico a mi lado que le extendió la mano para saludarlo.
-No creí que aún estuvieses en pie, “peso ligero”-su tono hace que se me escape una sonrisa- ¡Oh!, acabo de recordar-se giro hacía Liam con actitud seria- Esa chica, Sara, acaba de preguntarme por ti, creo que no sería correcto que la hicieras esperar ¿no crees?
-Sobrevivirá-dijo en un tono frio y cortante.
Liam no le quitaba la mirada molesta de encima a Balthazar, excepto un momento en que me miró preocupado. Sopesaba la decisión de irse y dejarnos un momento.
-No te preocupes, Rebecca no podría estar en mejores manos. ¿Verdad Rebs?- dijo confiado sin siquiera mirarme. Asentí.
-Si es verdad, vete tranquilo. Te veo luego-digo con un tono entusiasta.
El chico de cabello ceniza asintió y dio tres lentos pasos hacia atrás antes de darse la vuelta e ir en dirección a la casa. Mire al chico de pelo oscuro, giró su cabeza y sonrió.
-Tranquila, no muerdo- me sonríe travieso.
-Puedo cuidarme sola- digo sin mayor preocupación.
-Entonces ¿vamos?-indicó con un movimiento de cabeza que fuésemos a caminar cerca del bosque- creo que podemos conversar mas cómodos allí, no habrán fisgones ni nada. Ya sabes, por todo el tema de los ataques de animales.
Dude por unos segundos, pero finalmente lo seguí. Confío demasiado en mi amigo como para pensar que pudiese pasar algo. Me siento ansiosa, ahora, todas las preguntas que alguna vez tuve pueden ser respondidas.
-¿Quieres saber porque nos fuimos? ¿Si son verdaderas todas las cosas que especularon?-su mirada tiene un brillo tierno pero también lo que parecía algo de vergüenza.
-Claro, después de que se fueron, quedo un vacio en mi pecho. La verdad es que Liam siempre estuvo conmigo- Balthazar mantenía la vista en el suelo y tiene el ceño fruncido-Pero…siempre me hiciste falta- siento como mi cara se enrojece.
-Sí, fue la misma situación para ambos.- sus ojos dorados me miraban fijamente-En ningún momento deje de pensar en ti. Lamento el haberte hecho daño, no quería irme pero, nos vimos en la obligación.-me regala su sonrisa tranquilizadora- Para no meterme en problemas, puedo decirte de que tuvimos problemas con la familia Vandergeld, aumentado con el tema de los ataques en los bosques.
-Sí, escuche algo parecido de Liam. Respecto a los ataques que sufrieron tu familia, aparte de Claire Olsen, recuerdo que hubo mas fallecidos.
-En total fueron 4; Mi tía Claire, mis hermanos Mónica y Jake, además de un extraño cualquiera que rondaba por el bosque- se encoje de hombros al nombrar al último.
-Lo siento mucho, sinceramente no los recordaba
-nunca estaban en casa, es normal, yo mismo casi no los recuerdo- se detuvo de golpe y prestó atención- Al parecer Liam ya viene a buscarte-giró la cabeza - parece agitado. Debió de estar desesperado buscándote.
Como Balthazar dijo, Liam venia al trote gritando mi nombre. Debe de estar preocupado al no encontrarme y saber que estaba en los bosques. El chico de cabello oscuro permaneció a mi lado, esperando algo. Al estar frente a mi Liam parece estar preocupado. Me sujeta por los hombros con ambas manos y me mira directamente a los ojos.
-¿Qué te dijo?, ¿te ha hecho algo?- pregunta jadeante
-No, no. Solo me contó un poco más de los ataques, como que murió su tía y hermanos- dije rápidamente, verlo de esta forma me hace sentirme nerviosa.
-Quédate tranquilo, sabes perfectamente que mientras ella permanezca a mi lado no le harán daño- Ambos chicos se miraban furiosos, Liam fue cediendo poco a poco hasta que me liberó de la prisión de sus brazos.
El bolsillo de LIam vibra por el celular, este lo contesta molesto y mientras habla frunce cada vez más el ceño.
-¿Qué?, acaso James y los otros no pueden cubrirme por… ¿una hora?-habla realmente enojado-está bien ya voy-termino la conversación, Liam se volvió hacia mí con la mirada afligida- Rebecca debo irme a casa, una llamada de urgencia, pero puedo llevarte a casa ahora de camino.
-No te preocupes, yo puedo llevarte de vuelta- Balthazar se encogió de hombros- Puedes irte tranquilo, yo me quedare con ella-me guiña el ojo.
-Lo siento, pero no puedo dejarla aquí. Es mi obligación llevármela- dijo en tono molesto al chico de cabello oscuro.
-No Liam, es verdad-logro que el chico me preste su total atención- Si es una llamada de urgencia deberías irte ahora, Balthazar puede llevarme a casa luego-El chico me miraba con unos preocupados ojos verdes que casi vencen mi endeble decisión- Para tu tranquilidad, prometo llamarte cuando este en casa ¿vale?.
-Prométeme que cuidaras de ti-me apretó contra su cálido cuerpo en un abrazo mientras me susurraba en el oído. El roce de sus labios contra mi oreja me causaba cosquillas- Ten mucho cuidado, Rebs, Los lobos han bajado de la montaña, y están hambrientos.
Lo miro atónita, ¿Lobos? ¿En los bosques del pueblo?, no es posible, hace ya 6 años se les dio caza a los lobos por los ataques a la gente. El chico me suelta lentamente, me besa la mejilla despidiéndose y se marcha. Miro asustada a Balthazar y el solo se encoge de hombros con aire de indiferencia.
-Si no molestas a los lobos no te harán daño, no hay de qué preocuparse- mi pulso seguía igual de acelerado- Volvamos a la fiesta ¿vale?
Seguimos bebiendo y bailando por horas mientras la cara de la gente del colegio se me hacen cada vez menos familiares. Al pasar el rato, me siento feliz, esta es la parte que más me gusta. Al final, mi mente se puso en blanco y no recuerdo nada después de que Balthazar me susurró en el oído mientras bailábamos en medio de la multitud:
“Rebs, Prométeme que no saldrás sola al bosque ¿vale? No hagas que me preocupe de más por ti”.

solo llevo hasta un cap 1/2 mas de este asi q se aguantan y .. espero les guste y la sigan ;D
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Sam
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MensajeTema: Re: Reencuentro    Reencuentro  Icon_minitimeVie Mar 01, 2013 7:27 am

Heee White, me has asombrado de veras, estoy realmente prendida con la historia.
Por cierto, me uno al team Liam XD Baltazar no me gusta de nada jajjaja

Jojojo Whitesita gracias por escribirnos, te daré un Novel Si
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Whitemoon
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MensajeTema: Re: Reencuentro    Reencuentro  Icon_minitimeVie Mar 01, 2013 7:44 am

4.
Abro los ojos lentamente y busco a tientas con la mano el celular en el pequeño velador de mi habitación. Nada, mi mano revolotea por el aire desesperada. Mis ojos se abren de golpe por la sorpresa y me detengo a analizar mi entorno: una habitación de madera con detalles azules, un armario con puertas abiertas que me deja ver la ropa amontonada que tiene dentro, un pequeño mueble de escritorio al lado de la puerta, un velador al lado derecho de la cama y a un chico que duerme profundamente, abrazado a mi cuerpo.
El peso del brazo de Balthazar no me permite zafarme y salir de la cama. ** Pero, ¿Cómo llegue a parar en su cama?, solamente recuerdo hasta que Balthazar me susurro unas palabras, después de eso mi mente se puso en blanco. Las distintas ideas y posibilidades de haber hecho alguna estupidez me hacen sentir mal, pero al cabo de pensarlo un rato me convenzo de que mi amigo cuidaría de mis espaldas. **
Me doy vuelta y quedo frente al chico de cabello oscuro, esta vez me apretó más contra su cuerpo, gruñó algo que no logré descifrar y se volvió a dormir. Nerviosa, lleve una de mis manos hasta su rostro y, con una suave caricia, removí los cabellos que le cubrían los ojos. ¿Cuántas noche no soñé con el momento de volver a tenerlo cerca?, el poder tocarlo, ¿saber que estaba conmigo y que no se esfumaría sin razones de aquí? , Creo que ya había perdido la cuenta, además, ya eran años los que estuvimos separados.
Estaba muy ensimismada acariciando su cabello azabache que no note cuando el chico frente a mí despertó, sus profundos y hermosos ojos dorados me miraban fijamente con ese toque cálido tan familiar. Sentía mi cara roja de vergüenza y aparte bruscamente mi mano, pero Balthazar me detuvo con una rápida atrapada.
-No, no te detengas, está bien-llevó mi mano hasta su mejilla y cerró sus ojos mientras sonreía- Ah, hueles tan bien.
-Baltazar, ¿Dónde estamos?, ¿Qué demonios pasó anoche?-pregunte intrigada-se supone que debería estar en casa.
-Estas en mi cama- Dijo sin mayor preocupación.
Le lancé una mirada asesina
-Está bien-Tomó una actitud más seria-Estas en mi casa, en específico, mi habitación. Te traje aquí por tu propia voluntad, estabas un tanto “happy”* y me pediste que te llevara a otro lado que no fuese tu casa.
-Sí, creo que eso es algo como lo que yo diría- Me tomó un momento asimilarlo, claro, eso era lo que siempre le pedía a Liam que hiciera, pero, el nunca me prestaba atención y me llevaba a casa.- Hey, creo que perdí mi celular.
-Está en tu bolsillo derecho
Era cierto, lo saco rápidamente y miro la pantalla; no hay llamadas perdidas de alguien de mi familia pero si 7 de Liam. ¿Cómo podía llegar a ser tan molesto a las… ¡4:27 pm!? . Me levante de la cama, dejé el celular sobre esta y, según indicaciones de Balthazar, fui al baño a lavarme la cara. Lo más seguro es que a esta hora yo fuese un monstruo.
Me acerco hasta el lavamanos, ruedo la manilla y me empapo el rostro un par de veces hasta que me convenzo de estar, al menos, decente. Dirijo mi atención al espejo y por sorpresa estoy un poco parecida a la persona que era ayer pero las ojeras seguía ahí, molestándome, haciéndome parecer como alguien drogadicto o parecido, era de lo peor. Aun así vuelvo triunfante a la habitación y sorprendo al chico que jugueteaba con mi teléfono. El haberlo dejado en sus manos fue la pero decisión.
-Tu novio es bastante molesto, en verdad debe de estar preocupado por ti- una sonrisa traviesa aparece en su rostro.
-No es mi novio-Digo sonrojada mientras le arrebato el celular de las manos y comienzo a marca el número de Liam- Solo me g… Solo es mi mejor amigo ¿Sí?
-Y tú crees que me voy a tragar esa excusa barata?
-Cállate, voy a hablar así que vete por un rato- Alguien contesta en ese momento del otro lado.
-¿Rebecca?-Una voz ronca y preocupada suena del otro lado-¿Estás bien? ¿Dónde estás? Iré por ti enseguida, solo…
-Liam tranquilo, estoy bien. Balthazar me trajo a su casa luego de la fiesta, en un momento estaré en casa en un momento- Hice una pausa, Liam debía estar preocupadísimo por mi luego de lo que me dijo sobre los lobos-¿Esperaras por mí en casa?
-Sabes que no hace falta que lo digas, apenas estés saliendo de ese lugar, llámame. Estaré esperando fuera de tu casa para entonces.
-Gracias- mi voz se entrecorto en ese momento. Siempre tengo en mente que si no hubiese tenido a Liam a mi lado para entonces, no sé que hubiese sido de mi, el siempre a sido una especie de “protector y refugio”- Te veo luego ¿Vale?
-Vale.-suspiro y cuelgo.
Ya era hora de marcharme de aquí, extrañaba demasiado la presencia de mi mejor amigo a mi lado pero, por otra parte, la ausencia de Balthazar durante estos 6 años me dejó un vacio en el pecho que ahora empezaba a sanar. Recuerdo el sentir cosas por ambos cuando tenía 10; si eso era complicado en su momento, ahora era todo más complejo.
-¿Ya puedo entrar?- La voz de Balthazar me sacó de mis pensamientos- es molesto estar aquí afuera- Abrió la puerta como si nada y me hizo un gesto con la cabeza para que lo siguiera- Ya escuche todo. Ven, te llevare a casa.
Demonios, no me gustaba molestar. Si Balthazar y Liam tenían algo en contra el uno con el otro, se lo incómodo que será la situación cuando lleguemos a casa. Camine junto al chico hasta fuera de su casa donde me detuve de inmediato para intentar ubicarme un poco.
-Balthazar, quiero la verdad, ¿Dónde demonios estoy?-Dije molesta, está claramente no era la casa de los Olsen. Su casa estaba a la entrada del pueblo, ésta, al parecer, estaba en lo profundo de los bosques.
-Te lo dije, en mi casa, bueno, la de mi tío. Aquí vivimos unos cuantos del pueblo y otros de mi familia- se encogió de hombros mientras encendía el Jeep rojo.
Estaba tan molesta que me quede allí, sin moverme, asesinándolo solo con la mirada; Lo que me había dicho en la mañana era prácticamente una mentira. Antes de dar mi primer paso en dirección al jeep, una fuerte mano me sujeta por el hombro izquierdo. Desde el auto veo como la cara de mi amigo cambio de serena a preocupado, y se acerco al trote.
Con gran fuerza, me hicieron dar la vuelta y quedo al frente de 3 chicas: 2 de ellas me estudian con la mirada por un gran momento; la del frente, quien aun tiene su mano sobre mí tiene el ceño fruncido y me mira amenazadoramente, por su mirada sabía perfectamente que yo no era de por aquí. La chica era alta, delgada pero fuerte, de tez clara y ojos color ámbar que no me dejan en ningún momento.
-Sam- la voz de Balthazar suena autoritaria ahora- déjala es mi amiga.
-Sabes que no debes traer gente aquí- La chica me soltó en aquel instante- no solo porque el jefe sea tu tío eres libre de hacer lo que se te plazaca.
-No discutas conmigo y ve, junto a Aki y Kinn, y sigan con lo que hacían. Yo me encargo de la seguridad del lugar- La chica llamada Sam asintió y se fue, junto a ambas chicas- Lo siento, reo que no fue la mejor forma de conocer al “grupo”.
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MensajeTema: Re: Reencuentro    Reencuentro  Icon_minitimeSáb Mar 02, 2013 3:37 am

Hay White me vas a hacer agonizar hasta que publiques el siguiente capítulo T.T ''El grupo'' XD no se qué se traen esos, pero no parece nada bueno jajaja y Liam es un amor Precioso
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MensajeTema: Re: Reencuentro    Reencuentro  Icon_minitimeSáb Mar 02, 2013 3:41 am

Te vigilo


He Balthazar es todo un tiro ¿he? jajaja ese chico está que muerde.
Liam es un sobreprotector en toda regla, como si la chica no pudiese dar unas cuantas patadas en un pueblito como ese, no me cae nada de bien, aunque bueno, se preocupa por su amiga. Sospecho que sabe más de lo que va esto que nosotros mismos XD

Me encantó el trío ese 1313 chicas rudas ewe
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MensajeTema: Re: Reencuentro    Reencuentro  Icon_minitimeLun Mar 04, 2013 7:36 am

Ya ahora esta el 5 XD
5.
El “grupo” consta de 14 personas que se hospedan en la casa de un tío de Balthazar, entre los que habían familiares de este, amigos nuestros y gente del pueblo. Aunque los individuos que más llamaron mi atención fue el trío de chicas, las que tuvieron un encontrón con Balthazar: Sam, Kinn y Aki.
-Creo que no di una buena 1ª impresión-Dije desconcertada
-No te preocupes, no volverá a molestarte. Algunas veces debo recordarle quién está al mando en este lugar-Balthazar miraba furioso hacia la dirección de aquellas 3 chicas- En verdad lo siento, Sam suele ser así cuando aparece alguien desconocido por su territorio. ¿Nos vamos?
Asentí. Sentía un cosquilleo en el estomago mientras marcaba el numero de Liam en el celular para avisarle sobre mi retorno, “voy en camino, llego en 15” dijo con la voz aún mas ronca que lo usual. Eché un último vistazo al lugar antes de irme, mis ojos pasaron por la enorme casa de madera, el bosque y se estancaron al percatar un par de ojos amarillos que me observaban detenidamente. La silueta del animal se hacía cada vez más visible ante mis ojos. Un lobo.
Él permanecía quieto, silencioso, casi parecía que no respiraba; di un par de pasos hacia el auto y el lobo también lo hizo, sentía que me vigilaba en cada paso, movimiento y respiro. El molesto rechinido de la puerta al abrirse me distrajo, era uno de los primos de Balthazar: Kort; eran bastante similares, lo único que los diferenciaba era el color de sus ojos, Los de Balthazar son de un color café dorado mientras los de Kort son de un intenso color negro. Cuando el lobo se percató de su presencia, olisqueó el aire, levanto rápidamente las orejas y se adentró rápidamente en el bosque, sin siquiera haber hecho un ruido.
-¡REBECCA! ¿En qué te demoras tanto?-Los gritos de Balthazar eran lo suficientemente altos como para que todos dentro de la casa los escucharan
Corrí hasta el auto y me deslicé dentro de este rápidamente; no podía contarle a Balthazar que había visto un lobo, lo más probable es que, al encontrarse tan cerca de su casa, le darían caza. Solo podía decírselo a Liam. A pesar de que será sobre protector por el tema de mi seguridad, se que él no le haría daño a la criatura. Durante el camino no intercambiamos palabra, Balthazar estaba concentrado en el camino y yo solo miraba por los alrededores por si, entre los árboles, volvía a ver al lobo.
Desde el principio de la calle veo mi casa, el mini Cooper azul y a un ansioso chico de pelo ceniza que me esperaba. Al estar frente la casa me bajé rápidamente del auto y fui capturada por los brazos de mi amigo.
-También te extrañe-lo abrazo fuertemente, sinceramente, desde anoche he pensado en él de esta forma, tan cerca, tan protector-después debo decirte algo muy importante ¿sí?-susurré
Asintió levemente, solo para mí; me liberó lentamente de su abrazo y miró seriamente a Balthazar, quien no dejó de fruncir el ceño desde que Liam me abrazó.
-No quiero que vuelvas a hacer esto, créeme, no habrá una segunda vez. Hací que espero que hubieses disfrutado tu noche. Espero que quede claro- Su voz fue cortante en la última oración. El quedarme en casa de los Olsen fue definitivamente una mala idea.

-Lo siento Balthazar, por las molestias- el chico de cabello oscuro asintió levemente- y también a ti Liam, estoy segura de que pasaste una mala noche preocupado de mí, pero tranquilo nada pasó- tome su mano y la apreté suavemente, dándole una sonrisa- ¿te veo el lunes en clases, Bal?
-Seguro- Dijo sin ánimos- Estaré esperando por ti.
Le sonreí ligeramente en señal de despedida y seguí con la vista, ansiosa, al jeep de Balthazar que se alejaba a gran velocidad por la calle. Cuando no estaba en mi campo visual, Liam se apresuro en preguntarme cosas sin rodeos:
-Dime la verdad ¿Acaso…?
-No- dije cortante- Créeme, nada en absoluto.
-Entonces ¿qué es lo que tienes que decirme que nadie más puede enterarse?-Arqueó una ceja intrigado. Ese gesto era tan tierno y él sabe que es uno de mis favoritos, por eso suele usarlo cuando bromea o quiere subirme el ánimo.
-Vamos dentro, no quiero que algún chismoso escuche.
La puerta principal estaba abierta y no había nadie en casa. Perfecto. Tomé la mano de Liam y lo obligue a subir las escaleras rápido y entramos a mi habitación. Cerré la puerta de golpe tras de mí.
-Sabes que si cualquiera de tus hermanos nos viera de esta forma tan sospechosa pensaría que vas a violarme ¿verdad?-Liam estaba cómodamente estirado en toda la cama- Bien, no pondré resistencia, puedes hacerme lo que quieras- Sonrió ampliamente.
-Lo siento, creo que esta vez debo resistirme a tus encantos naturales. Lo que tengo que decirte es en verdad importante.
-Soy todo oído.
Le resumí todo lo que pasó, desde el incidente con esa joven, Sam, y cómo reaccionó Balthazar ante su comportamiento tan autoritario con ellas. Ese trato es difícil de ver en estos días.
-Conozco a la chica, Sam. Es bastante amigable con los suyos, pero es un tanto solitaria, solo aparece cuando alguno de sus amigos necesita ayuda o algo por el estilo- se encogió de hombros- Pero… - Su rostro cambió de inmediato – Debes tener claro que su forma de reaccionar es porque, esa familia es muy “jerarquizada” si lo ponemos de ese modo. Balthazar obviamente es uno de los “líderes” así que el resto debe agachar cabeza y acatar lo que él diga; yo hubiese hecho lo mismo si fuera mi caso.
-Liam, eso no es lo más extraño, veras… - titubeo por un momento- sobre lo que hablamos en la fiesta, sobre los ataques de animales, y que “los lobos bajaron la montaña”…
-¿Pasó algo mientras estabas afuera?-se sentó con actitud seria, mirándome directamente a los ojos sin soltar mi mirada.
-No, o sea, sí… cuando estaba fuera de la casa de los Olsen, después de llamarte, “exploré” con la vista un poco el lugar donde me encontraba. Como creo sabrás, la casa del tío de Balthazar, Crane, queda en lo profundo del bosque-Liam asintió, siguiéndome- Entonces, cuando observé el bosque, vi un par de ojos que me miraban profundamente, como si me estuviese vigilando. Creo que era un lobo. Esos ojos amarillos no son de un perro.
Liam analizaba la información. Yo seguía allí, frente a él, temerosa de lo que me había advertido mi amigo tal día, ¿quién me aseguraba la seguridad de mi familia? ¿La mía? Todas esas interrogantes me ponían más nerviosas a medida que el tiempo pasaba y que Liam se quedaba allí en mi cama, sentado y pensativo.
El silencio se hizo más duradero. Cinco, diez, quince minutos. Mi paciencia llego a su límite, cuando abrí la boca para pronunciar alguna palabra, Liam levanto su mano para detenerme. Se levantó de la cama, tomo mi mano para levantarme y puso ambas manos en mi rostro, sosteniéndolo gentilmente mientras sus ojos verdes no me permitían escapar.
-Escúchame atentamente, no te preocupes demasiado ¿Sí? Puedes dormir tranquila, voy a protegerte como siempre lo he hecho.
-Pero…-comencé a protestar
-No me preguntes “De qué forma” “Porqué” o cosas por el estilo. No tienes nada por qué preocuparte, tú y tu familia estarán bien, te lo prometo. Ahora –me sentó en la cama y me cubrió con el cubre cama- Creo que deberías dormir un poco, o simplemente relajarte.
-No quiero que te vayas- escondí mi cara roja mientras se lo decía. Dios, esto era vergonzoso viniendo de mi parte. Digamos que soy poco menos expresiva con lo que quiero o siento.
-No iré a ninguna parte, no sin ti- Dijo en susurros mientras acariciaba mi cabello. Me acomode en la cama, apoyé mi cabeza en su hombro y cerré los ojos, relajándome con su simple presencia, su toque, su olor.
No pasó mucho tiempo hasta que me quede profundamente dormida. No me día cuenta hasta que escuché la voz de mi hermano llamándome desde el primer piso. Perezoso, nunca puede darse la molestia de subir un par de escaleras para llamarme. Estiré los brazos aún somnolienta y no sentí la presencia del chico que estaba a mi lado. En su lugar había una nota:

“Rebecca.
Siento mucho el no poder estar a tu lado cuando despiertes, pero recuerda lo que te dije esta tarde y estate tranquila. Yo tuve que atender un asunto pero siempre estaré atento a lo que ocurra a los alrededores. Descansa y mañana vendré por ti en la mañana. Por favor no me hagas esperarte una hora como la vez pasada ¿Si?
Liam”.
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MensajeTema: Re: Reencuentro    Reencuentro  Icon_minitimeLun Mar 04, 2013 7:29 pm

jajajjaja
Que raro suena todo, yo que ella estaría muy confundida ¿en qué santo lugar del actual siglo la gente actúa con jerarquías? no en muchos, claro está.

Sigo en el team Liam, él es todo un caballero con sus encantos naturales XD
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MensajeTema: Re: Reencuentro    Reencuentro  Icon_minitimeLun Mar 04, 2013 11:02 pm

Esque mi Liam es todo un amor. Ademas ten en cuenta que Rebecca (por si no lo sabias) es un tanto despistada como no se va a dar cuenta de esas palabras D: !Y COMO NO SE VIOLA A LIAM! es una tonta ... weno ahora el capitulo
6.
Tal como prometió, Liam estaba fuera de mi casa “en la mañana”, lo que para el significa las 10 am. Los 3 bocinazos sonaron cuando aún me estaba preparando. Corrí hasta la ventana y grite a todo pulmón:
-¡Solo 5 minutos más!- Me apresuré hasta el armario y me vestí, poniéndome una polera verde sencilla, un polerón con capucha para aminorar el frío de la mañana y unos vaqueros claros.
-¡Rebecca cállate! Aún es muy temprano- los gritos de Peter me asustaron, definitivamente debo poner en mi lista no gritar en casa tan temprano.
Antes de marcharme tomé mi mochila negra favorita, introduje mi billetera (con tan solo 37 dólares), el celular, y cerré la puerta despacio. Camino hasta a cocina y escribo una pequeña nota en los recordatorios del refrigerador: “Salí con Liam. No me esperen porque no sé a qué hora regreso. R.”
Al salir de casa noto a un cansado y distraído Liam. Grito su nombre y se da cuenta de mi presencia, la cara se le ilumina y me abre sus brazos para poder refugiarme en ellos.
Me sostiene la barbilla y me mira fijamente para luego regalarme una cálida y reconfortante sonrisa. Verlo de este modo no es usual, está más agotado y desatento. Sabía que aceptar que me cuidaba no sería nada bueno para él.
-Admítelo, no has dormido por mi culpa ¿verdad?
-Que cosas imaginas, por supuesto que he dormido… tan solo que menos de lo que acostumbro- se encogió de hombros. Hasta ese pequeño y común gesto le resulto pesado, costoso.
-¿Cuánto?
-4 horas… No es tan poco si lo piensas-Sonrió intentando convencerme
-¿4 horas?, ¡yo con eso estaría convertida en un zombi!
-Créeme, tú con que duermas todo un día, aún así despiertas como un zombi-Rió a carcajadas mientras me subía al auto con los brazos cruzados en el pecho.
-Y bien-Dije cuando mi amigo estuvo dentro del coche- ¿Qué estás haciendo que requiere tanto tiempo?
Suspiro, encendió el auto y lo puso en marcha.
-Yo y mi grupo estamos encargados de la seguridad. –Me observó un momento y al ver lo perdida que estaba intentó explicarse mejor-Es decir, vigilamos entre los bosque para que estos “ataques” no vuelvan a suceder. Es por eso que no he podido descansar, pero solo ha sido hoy, creo que mañana podré pasar mi turno a alguien más para descansar. Ya te lo dije, no te preocupes por mí, estoy bien.
Sus palabras me tranquilizaron rápidamente, ahora estaba completamente segura de que él estaría siempre en algún lugar cercano, cuidándome, velando por mí. A medida que pasábamos las calles una duda fue creciendo en mi interior.
-Liam… sin ofender-El chico desvió su mirada del camino y me miro atentamente- ¿A qué lugar me llevas?-Él solo sonrió.
-Quería tener un día a solas contigo y pensé que sería bueno, no lo sé, andar por allí en lugar de estar siempre en las mismas calles de tu casa a la escuela ¿no?
Sonreí levemente ¿Porqué era solamente a él a quien se le ocurrían estas cosas?, él es quien me saca siempre del aburrimiento, de la soledad, del sufrimiento que alguna vez tuve cuando perdí a uno de mis mejores amigos. Llegamos al pueblo y Liam aparcó el coche frente a una cafetería que se estaban instalando recientemente.
-¿Te apetece comer algo? Creo que ni siquiera has desayunado.
-Tal vez al rato…
-No, se que te resistirás así que iremos de todos modos-tomo mi mano y cruzamos la calle. A la entrada de la cafetería me dio un pequeño empujoncito. En todo momento iba tras de mí para que no intentase escapar de su “invitación”, me molestaba que gastara su dinero en mimarme de este modo.
-Siéntate en algún lugar, iré a comprar algo- Dijo mientras caminaba rápida y sigilosamente entre la gente hasta la salida-Rebecca…-Me gire para verlo con una sonrisa en mi cara-No intentes nada, puede ser que esté comprando, pero estoy atento a cada uno de tus movimientos.
Resignada, ubiqué un lugar para 2 en el fondo del local y me instalé allí. Al rato, Liam llego sonriente y triunfante con una bandeja, sobre esta habían 2 lates y 1 muffin con arándanos.
-Sabia que serías lo suficientemente sabia como para no escapar de mi-Su sonrisa triunfante apareció otra vez en su rostro.
-Se que eres más rápido y fuerte que yo, Liam. Tengo un poco de sensatez y dignidad al menos.
Tomé uno de los lates y el muffin, mientras Liam me miraba tranquilamente mientras bebía el suyo. Una voz lo sacó de su trance para mirar alrededor nervioso.
-¡Liam!- La voz grave de un joven sobresalió del alto murmullo de la gente al hablar.
Liam se levanto de la mesa y miró hacia la puerta. Un chico venía al trote ligero en dirección nuestra. El chico de cabello ceniza levantó una mano para saludarlo. Cuando estuvo frente a nosotros lo mire detenidamente: Cabello castaño claro con unos mechones rubios que le daban un brillo dorado, de la misma altura de Liam, un poco menos fornido, piel trigueña, y ojos de un vívido color amarillo.
-Rebecca, déjame presentarte a i amigo, James Roe. También es parte de mi grupo.
-Es todo un placer-Dije tendiéndole mi mano para saludarlo.
-Igualmente-El chico tomo mi mano, me dio un ligero apretón y me regalo una radiante sonrisa que dejaba al descubierto una dentadura perfecta.
-¿Que necesitas ahora James?-El chico pronuncio las palabras con más autoridad- Creo haberle dicho a Mia y a Carl que me tomaría este día libre para pasarlo con Rebecca.
-Lo sé, fui informado pero… volvieron a hacerlo, el mismo chico con otros 4 mas, necesitamos a todos para hacer unas rondas diurnas y nocturnas de urgencia, al menos unos 3 días.
A pesar de escuchar todo lo que hablaban, no intenté saber lo que iba más allá de las palabras, solo me quedé mirando fijamente aquellos extraños ojos amarillos, los había visto en algún lugar. El tal James se dio cuenta de lo que hacía y me miro sonriendo.
-Lo sé, son poco comunes ¿no?, de esta forma suelo llamar la atención de las chicas-Liam lo detuvo por un momento y se dirigió hasta mí.
-Rebecca en verdad lo siento pero debemos posponer esto, me necesitan para otras rondas. Pero prometo ir por ti en 3 días.-su rostro reflejaba angustia; James le toco el hombro y asintió:“ya es hora de irnos” Dijo y Liam me tomó de la mano para llevarme hasta su auto.
Cuando llegamos a mi casa, cerré la puerta y me despedí tras el vidrio, el chico que tenía en frente articulo un par de palabras con sus labios, de lo que creo haber descifrado un “Te quiero”. Después de esto el auto arrancó y yo me quedé allí, inmóvil, ruborizada, pensando en aquella palabra tan simple, pero que abarcaba tantas cosas que nunca creí vendrían de él.
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MensajeTema: Re: Reencuentro    Reencuentro  Icon_minitimeLun Mar 04, 2013 11:29 pm

Ya esta el 6 ;D
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MensajeTema: Re: Reencuentro    Reencuentro  Icon_minitimeMar Mar 05, 2013 4:51 am

*0* A LEER que me falta el 5 y el 6 X3
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MensajeTema: Re: Reencuentro    Reencuentro  Icon_minitimeMar Mar 05, 2013 6:38 am

Sip, es definitivo, Reb es una despistada total y más ingenua que un pollito frente a un alcón.
Yo realmente no entiendo cómo es que no está muriendo de la angustia por preguntarle de todo a los dos (y que encima siempre hace que se encuentren, si sabe que no se llevan bien)
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MensajeTema: Re: Reencuentro    Reencuentro  Icon_minitimeMar Mar 05, 2013 6:42 am

No se, no se. La chica esta está medio lentita, quizás se le cayó muchas veces a su mamá de bebé, como que no me gustaría andar con una loka así de lenteja XD Neee y más encima tiene a Liam en su cuarto y no intenta nada buff! yo me moriría, o quizás dejaría las indirectas y tiraría unas directas jajaja

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MensajeTema: Re: Reencuentro    Reencuentro  Icon_minitimeSáb Mar 09, 2013 3:40 am

7.
“Te quiero”. Casi podía escuchar su voz en mi cabeza, diciéndolo una y otra vez antes de marcharse en su Mini Cooper. El recuerdo de esa tarde de domingo no me permitía concentrarme, por primera vez, en historia. Después de todo no podía confiar en Sara para que me cuidara las espaldas como Liam, creo que me considerada una “enemiga” cuando se trataba de tener la atención del chico de cabello ceniza.
Odiaba historia, tantas fechas y eventos tediosos hacían que mis ojos pesaran más que de costumbre, y sin mi guardaespaldas no podía dormir mi siesta. Si tengo suerte, mi humor estaría en niveles moderados y no estaría tan idiota como cuando no tengo un buen dormir.
-Hey Rebecca-Los molestos susurros de Sara durante toda la hora me distraían cada vez más, hasta que me decidí por mirarla unos minutos, esperando que dejara de molestarme- ¿Sabes por qué Liam ha faltado hoy? Nunca se pierde una clase, y menos si es historia, ya que te cuida las espaldas- las últimas palabras salieron con una simpatía forzada.
- En realidad no… bueno, creo que tiene unos asuntos familiares que atender, pero lo más seguro es que regresa pronto- le sonreí y presté nuevamente atención al Sr. Flickerman, dando por terminada la conversación.
Perfecto, el día había terminado más temprano por la ausencia de los profesores de Biología y Física. Aún así me quede mirando por los pasillo antes de salir por si veía a Balthazar en algún lugar, sin la presencia de Liam me sentía extraña, desprotegida y perdida. Me di por vencida y le pedí a Robert que me diera un aventón hasta casa, ya que Sara iba con otras chicas de la escuela a la casa/mansión de los Quenne. Durante el camino, agradecí que a ambos se nos daba bien lo de el silencio, creo que nos iba mejor sin no hablábamos, solo acompañarnos en presencia.
-Gracias Robert, por traerme-Dije tímidamente- ¿Te veo mañana?
-Claro-El chico sonrió en respuesta y se marchó rápidamente.
Al entrar a casa grité el nombre de todos, pero siempre me quedaba sin respuesta. Odiaba que no dejaran alguna nota o algo de que me avisara a donde salieron, o que al menos hayan hecho algo.
Subí rápidamente los escalones y me encerré en mi habitación. Hice los deberes de aburrimiento y me estiré en la cama mirando el techo ¿Cuándo volvería a verlo, o al menos a alguno de los 2? En verdad que los extrañaba, sin ellos me sentía vacía, sin nada que hacer, completamente sola. Mis hermanos se complementaban entre ellos y mis padres, bueno, son marido y mujer no hay mucho que decir. Yo soy la única en casa que queda sin “alguien” con quien complementarse.
Tomé el celular del velador, busqué el número de Liam y le mandé un mensaje corto:
“Hey ¿Cómo va todo con las rondas de vigilancia? Espero que hayas dormido más que 4 horas esta vez. Realmente me hiciste falta en todo el día, en especial en historia. Avísame cuando planees volver ¿ok? (creo haber escuchado que te tomaría solo 3 días pero aun así)
Rebecca.”


Lo dejé sobre mi pecho, suspiré y cerré los ojos.
“La luz de la luna llena iluminaba todo el lugar. El viento aullaba entre los pinos del bosque. Estaba completamente sola pero sabía a dónde me dirigía, conocía perfectamente el lugar y hacia donde debía dar cada paso. Entre las sombras apareció una silueta humana de apariencia alta, ancha y fornida que se abría camino hasta mí. Cuando estuvimos frente a frente reconocí la cara del sujeto, era Balthazar. El chico me tendió la mano con una radiante sonrisa en su cara; Tendí la mía y, al estar a milímetros de tocarla la sonrisa se borro de su rostro y se grabo en este una expresión fría, una sonrisa cruel y ojos que tenían un brillo oscuro.
Sin volver a mirarme, se dio media vuelta y siguió su camino, grité su nombre varias veces, pero este solo se alejaba mas a carcajadas y envuelto entre las sombras, me miraba con sus ojos dorados. Al encontrarme nuevamente en la oscuridad, sentía el frío recorrerme por la espalda, congelándome y la soledad me atormentaba.
Me recosté en el helado suelo en posición fetal, tiritando, intentando tener algo de calor. Abrí los ojos al escuchar una respiración calmado a mí alrededor, busqué con la mirada para todos lados y, a mis espaldas había un lobo de brillantes ojos parecidos a esmeraldas. El animal no me tenía miedo, incluso me lamió ligeramente la mejilla y se acostó a mi lado, sirviendo su pelaje como muralla contra el frío viento. Su presencia era tan cómoda que me relaje completamente y lo abracé; sin miedo, recorrí el pelaje de su pelambrera ceniza con mi mano…”

El zumbido del celular, avisándome que recibí un mensaje, me hizo despertar. Me senté de un salto en un costado de la cama, de repente ansiosa por un posible mensaje de Liam, pero me desilusioné un poco al ver que era de Balthazar… Alto ¿Cómo demonios tiene mi número?
Abrí el mensaje y lo leí con mucha atención:
“Hola Rebs, ¿Cómo va todo? Oye siento lo de hoy, estoy seguro que estuviste mirando por todos lado, esperando verme por algún lugar. Tuve una pequeña disputa y tengo un par de heridas que me da vergüenza mostrar y admitir que perdí, sí, soy un orgulloso.
Estaré fuera un par de días, y no vengas a verme. Lo digo enserio.
Balthazar”
Estúpido Balthazar, ¿solo me mandó un mensaje para esto? ¿Para ORDENARME algo? Quién demonios se cree, aparte me hizo despertar del sueño y en verdad lo estaba disfrutando. Pero en verdad había sido extraño ¿Balthazar con una actitud tan arrogante y frívola? Además aquel lobo no era el mismo que yo vi en el bosque, aquél tenía unos intensos ojos amarillos, y el de mis sueños los tenía un verde oscuro.
Otro zumbido me hizo salir de mi meditación. Si era de nuevo ese maldito de Balthazar… ¿Qué? ¡Era un mensaje de Liam!:
“Hola Reb, gracias por preocuparte por mí, pero ya te dije que es innecesario. Y sí, he dormido más que 4 simples horas, de hecho me tome todo un día y dormí como tronco, para que veas que tan obediente soy. En verdad lo siento, por mi culpa no has podido dormir en las horas de Flickerman, pero pronto estaré otra vez a tu lado.
Cuidate y recuerda, no salgas al bosque tu sola ¿ok? Al menos no hasta que yo vuelva.
Te quiero. Liam”

“Te quiero. Liam” Esas palabras me mantuvieron en vela toda la noche.
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MensajeTema: Re: Reencuentro    Reencuentro  Icon_minitimeSáb Mar 09, 2013 3:45 am

8.
A pasado 1 semana y aún no veo a Liam o a Balthazar, al último le he enviado mensajes cada día, pidiéndole que me informe sobre cómo han evolucionado sus lesiones y que, cuando me necesite, que me avise y estaré allí. En cambio, el chico de cabello ceniza me ha respondido cada mensaje y siempre recordándome cuanto siente el no poder estar aquí aún, pero que cuando vuelva me lo compensará.
En estos días me he aprovechado de la buena voluntad de Robert, pidiéndole que me lleve hasta casa después del colegio. Durante esta semana hemos comenzado a hablar y a llevarnos mejor, así que ahora no siento remordimientos en subirme a su vehículo. Sara ya no me presta atención, está claro que eso es porque no tiene la razón más importante para estar a mi lado: Liam.
Al llegar a casa el viernes por la tarde, sentí un escalofrío en la espalda, me di vuelta bruscamente y miré hacia el bosque, sentía un par de ojos que me observaban detenidamente. El miedo terminó ganándome, giré la perilla, entre a la casa, y subí corriendo las escaleras, cerrando de golpe la puerta atrás de mí
-¡¿Rebecca?!- las voces de mis padres me sorprendieron. Claro, hace un par de horas atrás debieron volver a casa.
-E-estoy bien Mamá… ¡Hola!- grite desde mi habitación para luego volver a encerrarme.
Me quede estirada en mi cama, en estado de vagancia hasta que atardeció y se dio lugar al anochecer. Desperté gracias a los constantes rugidos de mi estomago demandante de comida. Me senté en la orilla de la cama perezosamente. Un fuerte aullido llamó mi atención ¿Desde cuándo los lobos están tan cerca de la ciudad? Y eso claramente no era el de un perro. Me acerqué corriendo hasta la ventana y mis ojos se ubicaron, automáticamente, a las entradas del bosque. La luz de la luna era lo único que me permitía verlo, estaba allí tranquilamente sentado, su pelaje ceniza se veía escasamente (la oscuridad de la noche no me dejaba verlo en su esplendor), su ojos verdes oscuros me miraban serenamente.
Quería estar frente a él. Él estaba aquí, MI lobo, el lobo de mis sueños, el que me consoló y protegió con su cuerpo cuando me sentía desprotegida; estábamos a un par de metros de distancia, fácilmente podía bajar en este momento y correr hasta él, no me tomaría más de 2 minutos. Al hacer el más mínimo movimiento que me delatara el ir a su encuentro provocaba que el lobo levantara las orejas y se levantara, listo para irse.
Finalmente decidí mirarlo, apreciar lo poco y nada que veía de él. Habrá pasado una hora, porque escuche 3 golpecitos en la puerta, seguidos de la preocupada voz de mi madre: “Rebecca, cielo. Baja a comer algo”. Con mis manos hice señas al lobo, de que se alejara antes de que alguien lo vea. Éste los comprendió de inmediato, al parecer me regaló una sonrisa lobuna a la distancia y se marcho caminando hacia el sentido contrario.
Sonreí y baje de inmediato. En la mesa me esperaban mis padres con un gran plato de Lasaña. Me senté y empecé a comer rápidamente. Como esperaba, empezaron a bombardearme con preguntas como: ¿Qué tal va la escuela? ¿A dónde fuiste con el muchacho Vandergeld el otro día?, etc.
Contesté a la gran mayoría con “Bien, Excelente; no lo sé papa, salimos por allí…” y escapé a mi primera oportunidad a mi habitación, más específico, a mi cama. Me senté impaciente y le envié un mensaje a Liam, el definitivamente debía saber esto:
“No vas a creer lo que te voy a escribir pero esta vez te necesito urgentemente, más de lo que lo he hecho en toda mi vida, por favor. Cuando vuelvas, ven inmediatamente. Si necesitas donde dormir te entrego mi cama pero necesito decirte algo…
Te extraño mucho Liam.
Rebecca”

Durante el sábado por la mañana recibo un mensaje corto pero prometedor:
“el lunes falta a clases. A primera hora, cuando tus padres y hermanos no estén, estaré en tu casa. Iré corto de tiempo. Por favor deja la puerta abierta.
Liam”.

Completamente esperanzada, intenté hacer mi día lo más normal posible: solo bajaba para las horas de comer aunque nadie se daba cuenta de mi presencia, aquí cada quién hace lo suyo; después hice en mi tiempo libre los deberes que me quedaron pendientes ayer y me quedé en la tarde mirando por la ventana, esperando ver otra vez allí a mi lobo.
Al atardecer, lo vi otra vez: llegó caminando lentamente, asegurándose de que no hubiese nadie que pueda verlo y se sentó. Sacudió el polvo de su hermoso pelaje y miró en mi dirección. Había algo en el que lo hacía especial, pero aún no lograba descifrar que. Entre ambos, por extraño que parezca, no necesitábamos decirnos nada. Un coro de leves aullidos llamo la atención de ambos. Mi lobo me miro afligido y, luego de despedirme con la mano, se levantó, aulló a todo pulmón y se fue corriendo en la misma dirección por la que vino.
Hací pasaron 3 días, a la misma hora (Entre 7:30 y 7:39) el lobo aparecía por entre los árboles sólo para verme allí, sabiendo que yo no me perdería nuestro tiempo. En todo momento, esos inteligentes y brillantes ojos me hacían recordar con nostalgia al muchacho de cabello ceniza.
Tras pasar la aburrida semana, el lunes me excuse con mi madre de que Liam vendría más tarde por mí, ya que nuestro profesor de Matemáticas y sería una pérdida de tiempo ir tan temprano a la escuela. Cuando ya todos se habían ido de casa, a los 15 minutos aproximadamente escuche el rechinido de la puerta abriéndose lenta y sigilosamente. Solo podía ser él que volvió.
Yo aún estaba en mi cama, con un solo audífono escuchando “missing you” mientras esperaba algo, que la puerta de mi habitación se habrá y él aparezca ante mí, un grito para atraer mi atención o algo por el estilo. Nada. Defraudada de que solo fuese mi imaginación, me puse el audífono derecho y subí el volumen de la canción.
Un par de cálidos y fuertes brazos me abrazaron por detrás, intenté resistirme pero era inútil. Una mano me quito ambos auriculares y una voz susurro en mi oído, provocándome cosquillas:
-¿Me has extrañado, Hermosa?-El reconocer la voz de mi amigo provocó que me relajara, me giré y me abracé a su cuello- Tal parece que sí-El chico sonrió satisfecho.
-¡Liam! Porqué demoraste tanto en venir a visitarme-Ambos seguíamos abrazados- Te he extrañado tanto y he estado tan sola sin ti…
-Lo sé y lo siento mucho pero las cosas ya están retomando su orden y pronto volveré, y además… - me miro con los ojos entrecerrados y arqueando las cejas, una sonrisa pícara se grabo en su cara- prometo compensártelo bien.
-Que eso te quede claro, no se te puede olvidar- Dije sonriente. El que estuviera aquí me alegraba- Ven…- palpé a mi lado de la cama, invitándolo a sentarse- Tengo algo que contarte.
-Espero que no sea muy largo Rebs, ya sabes que vengo con poco tiempo, luego debo volver a lo mío.
-Claro no tomara mucho… Verás, desde que te fuiste he estado muy sola- El chico a mi lado tenía una expresión triste en su rostro- Pero paso algo increíblemente raro. Aproximadamente, a la semana de que fueras a tus “rondas” y todo eso, un día se me ocurrió mirar por la ventana y vi a un lobo- Liam se sorprendió por un momento pero lo ocultó de inmediato con una sonrisa tranquilizadora- De hecho lo veo todos los días, al atardecer. Claro que nunca me he acercado pero ¡deberías verlo!
Liam me miro molesto. Articuló cada palabra con cuidado y en un tono más autoritario:
-Rebecca, escúchame con atención. Los lobos son peligrosos, al no haber muchas presas se han acercado cada vez más al pueblo y temo por ti. Ya tengo a gente vigilando este perímetro y algunas veces yo me encargo de ello, pero NO quiero que te acerques al bosque.
-Se que estas preocupado por mí, pero en verdad deberías verlo. Sus ojos son lo que más me atraen hacia él –El chico se cruzo de brazos no muy convencido- Mira, tengo 2 buenas razones por las cuales quiero y voy a seguir viéndolo: 1. Tiene tus mismos ojos, con ese toque tan inteligente, característico tuyo- Ahora Liam me prestaba mayor atención, definitivamente esta razón le sorprendió por completo- ; y 2. Tuve un sueño en el que yo estaba en el bosque, y aparecía Balthazar, quien me tendía una mano. Pero al acercarme para tomarla, este adopto una actitud totalmente distinta y se alejo, dejándome abandonada a mi suerte. Y allí fue donde lo vi, al lobo de extraños ojos verdes. Él no me tenía miedo, me lamió la mejilla y me protegió con su cuerpo del frio. Eso me hizo recordar cuando Balthazar se fue y tú me cuidaste.
-En verdad… ¿esos ojos son parecidos a los míos?
-¡Sí! Son exactamente iguales, por eso es por lo que me intereso por él.
-Espera… ¿me dices que un cánido pulgoso te recuerda a mí?
-No es mi culpa, era muy lindo y, además de sus ojos, parecía tenerme real afecto. No cualquier bestia se acerca a una persona con tanta confianza, no sin querer matarlo- me encogí de hombros.
Liam miró su celular, frunció el seño y me tomo las manos.
-Tendrás que disculparme pero debo volver, me están esperando afuera –Simplemente asentí, no me di la molestia de preguntar “cuando volverás”. Liam se levanto de la cama y antes de cerrar la puerta de la habitación, habló claramente- No te acerques a él. No quiero tener que matarlo por significar un peligro para ti.
Lo miré atónita, él solo siguió caminando y cerró la puerta sin hacer ruido. ¿Cómo él podía haber dicho eso?: “No quiero tener que matarlo por significar un peligro para ti”. Es lo más estúpido que he escuchado, a mi lobo solo lo veo en el atardecer, y nunca he bajado hasta el bosque en esas horas como para que en verdad existan posibilidades de que me ataque.


Ese día me quedé en casa; llamé mi madre después de que se fuera Liam para decirle que comenzaba a sentirme enferma y no me sentía capaz de aguantar un día de clases. Bajé al la cocina y me serví un generoso cuenco con cereales y me recosté en el sillón. Cuando desperté, el cuenco estaba en el piso, tenía leche por toda la ropa y el televisor estaba en un volumen altísimo, creo que me quede viendo “Daria” en MTV, pero ahora le estaban dando una paliza a un chico en “Bully Beatdown”. Sí, el programa favorito de mis hermanos.
Apagué el televisor y me dirigí a la cocina para lavar el cuenco. Maldita sea, era mi ropa de dormir favorita: una polera, que por cierto me queda enorme, de “hora de aventura”. Subí perezosamente los escalones, uno por uno, hasta llegar a mi habitación, cerrar las cortinas, dejar una teñida sencilla sobre la cama y meterme a la ducha para despejar un poco mi mente.
El haber hablado con Liam me tenía contenta, pero cuando se fue de esa forma, con esas últimas palabras, mi día se arruinó completamente. No he visto a mi amigo hace mas de 2 semanas y de Balthazar, para que molestarse en pensar en él, nunca me responde ningún mensaje y si lo hace son cosas como “Cuando pueda iré a verte, no seas impaciente”, “No estoy en condiciones para salir, no molestes” y cosas por el estilo. Se había vuelto muy frío después de que me trajera a casa el día después de la fiesta. Aquella noche me desvelé mirando a través de la ventana pero nada, mi lobo no apareció por las siguientes 4 noches, esto solo podía ser obra de él.
“¿Acaso le has hecho algo Liam?, después de que hablamos el lunes, mi lobo no ha dado señales de vida, ¿por 4 días?
Créeme, el no representa amenaza alguna para mí, si tu lo supieras, el hace mucho ya no seguiría vivo. Se supone que me vigilan ¿no?
Rebecca”

Envié el mensaje a las 9 de la noche y me quede impaciente y sin respuesta hasta una hora y media más:
“Para tu suerte, no me he cruzado con él últimamente. Lo he buscado durante 4 días para ver que tan cerca está de tu casa y, si es mucho, simplemente matarlo. Debe andar por los alrededores. ¿Supongo que has sido obediente y no has ido al bosque tú sola, Verdad?
Liam”

Bien, Liam aún no lo ha encontrado. Eso significa que sigue vivo y que podría venir en cualquier momento. Ahora, cuando estoy un poco más relajada leo el mensaje con detención. Ya he leído tantas veces los últimos mensajes que hemos enviado desde que Liam se marcho y, su preocupación en verdad es un poco obsesiva, pero eso es lo que lo hace encantador. Miro la parte superior de la pantalla. 11:27 pm. Bostezo a causa del sueño, y me encamino a mi cama tranquilamente. La casa estaba en completo silencio, solo los ronquidos de papá producen algún molesto eco en la casa. Un bajo aullido me hace sonreír. Regreso, él regreso. Miro por la ventana y allí estaba él, con sus ojos verdes pegados en mí. Mis ansias de alcanzarlo esta noche se hicieron insostenibles. Leí otra vez el mensaje, en especial una línea: “No has ido al bosque tú sola, ¿verdad?”. Dejé el celular en silencio sobre el velador, bajé silenciosamente las escaleras y salí a la calle. La fría ventisca me provoco escalofríos al principio pero sobreviví.
Cruce la calle y me acerque sin molestarme en ser sigilosa o algo, mas bien, fui corriendo. Me detuve de golpe cuando estábamos a 2 metros de distancia, él permanecía tranquilo, sentado, con la cabeza levemente girada hacia la derecha. Y ahora, estando cara a cara, me acuclillé para estar a la misma altura, respire hondo, saqué valor y acerqué mi mano hacía su cabeza.
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Sam
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MensajeTema: Re: Reencuentro    Reencuentro  Icon_minitimeSáb Mar 09, 2013 4:48 am

Bien ahora quiero matar a Liam No-No

¿cómo que matarlo? viejito te va a llegar una mordida como vuelvas a decir eso.

Y bueno, si Bal está de verdad herido también me encargaría de mascarlo de nuevo.

Aquí el más lindo es ese lobito curioso
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Whitemoon
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MensajeTema: Re: Reencuentro    Reencuentro  Icon_minitimeDom Mar 10, 2013 5:26 am

9.
Mi mano tocó el grueso y duro pelaje ceniza de su rostro canino. Al no haber reacciones agresivas de este, puse ambas manos, sujetando su cara y acariciando su mejilla con el pulgar. El lobo cerró lentamente los ojos, completamente entregado a mí. Fue entonces cuando lo examiné con atención: Todo su pelaje era del color ceniza, con una mota gris en los dedos de la pata derecha delantera y en las orejas; bajando hasta el cuello, en la parte izquierda, una gran y profunda herida le cruzaba por el cuello hasta el pecho (en el pecho ya comenzaba a cicatrizar un poco, pero aun en el cuello la herida estaba abierta.)
-Has peleado verdad, no recuerdo haber visto esa herida anteriormente- El lobo agachó las orejas- ¿Es por eso por lo que no has venido a verme? ¿Me has estado cuidando? … Esa forma de actuar es tan parecida a él.- Sonreí nostálgicamente al recordar nuestra última charla.
Era magnifico tenerlo entre mis manos, su mera presencia me tranquilizaba, pero esa agradable sensación no duró mucho. Mientras disfrutábamos de la presencia del otro, un largo coro de aullidos acordes nos recordaba que ya no quedaba más tiempo. Ambos miramos a lo oscuro del bosque, de donde venían los aullidos. Acaricié por última vez su rostro, me deleité de su presencia y me levante, Él lamio mi mano antes de adentrarse corriendo al bosque. A los segundos ya estaba sola, mirando el caminillo de sangre que dejó al marcharse.
Volví a casa, intentando ser lo más sigilosa posible para no despertar a nadie. Ya logrado mi objetivo, me acosté de inmediato. Sonreí ante la idea de volver a hacer esto cada tarde, todo el tiempo que quiera.
12:07 am. La alarma de mi celular no logró despertarme para ir a la escuela. Ya no valía la pena levantarse rápido para irme, creo que volveré a tomarme el día libre. Me estiré, después de anoche sentía el cuerpo agarrotado. Mi pie se encontró con un bulto en la parte inferior de la cama, le di un par de patadas para botar lo que sea que interrumpa el camino de mi pie. Por mucho que intenté, no puedo botarlo:
-¿Pero que mierd…? ¡Waaa!-Di un salto del susto- ¡Qué haces aquí tan temprano… y sin siquiera avisar! –El chico estaba allí como estatua- ¿Liam? ¿Qué ocurre?
-Siento el asustarte, pero ya es mucho lo que estuve fuera. Deje todo y me escapé para verte- Sonrió dulcemente, en el momento en que abrí los ojos lo vi bien: Su pelo estaba enmarañado y un poco sucio, grandes ojeras bajo unos cansados ojos verdes, figura abatida; una polera cuello de tortuga negra, pantalones y botas del mismo color- Oye, estoy de fugitivo y, para ser sincero, no he dormido demasiado. ¿Puedo?
-Claro claro, ven. Acuéstate a mi lado, es mi turno de ayudarte a dormir- El chico no dudo por un segundo, se tumbó en la cama, le acaricié y peine su cabello por unos minutos, y calló en un profundo sueño.
¿Dónde puedo haber estado? ¿Tan agotador son sus rondas? Su rostro estaba sucio y con moretones; pero si aun estamos con este clima por las tardes ¿Es así de salvaje como para vestir una polera con ese tipo de cuello, y de mangas largas?, Cuando me aseguré de que estaba dormido, llevé mis curiosas manos hasta su cuello, bajé la prenda y descubrí el verdadero objetivo de la ropa: Tapar el gran vendaje de su cuello.


Con demasiado cuidado, arranqué por una esquina el vendaje hasta sacarlo por completo. Este dejó al descubierto una horrible herida que le cruzaba desde el cuello… hasta el pecho. Me petrifique en ese momento, todas las piezas comenzaron a agruparse en ese minuto: Cabello/Pelaje color ceniza, ojos verdes con ese toqué astuto y humano, la tranquilidad que me producía estar a su lado y lo más importante, la cicatriz…
Mis dedos recorrían el camino de la cicatriz hasta llegar a la herida. Liam despertó de golpe, llevándose rápidamente la mano hasta el cuello. El movimiento tan brusco produjo que volviera a sangrar. Lo miré con… ¿Temor?, por primera vez.
-Tú… tú eres el lobo-Dije entrecortado
-Rebecca, tranquila. Puedo explicarte todo no debes temerme, sabes que…
-¡Qué no te tema!, Demonios, Liam eres un hombre lobo… si es que hací es como se llama- el rostro del chico se contrajo- Siempre fuiste tú… viste cuan alegre estaba de “tenerte cerca” porque tu otro YO estaba ocupado. En verdad me sentía tan bien “contigo” y… ¿Qué? ¿Temías decírmelo? ¿Es mejor enterarse de esta forma?
-No, tú no entiendes, quise decírtelo hace mucho tiempo… pero cada vez que estaba decidido ocurría algo- Se acercó y me afirmó por los brazos- Rebecca mírame. Por favor no…
-¿Sabes lo que más me duele de todo esto? El enterarme de esta forma… Me has engañado todo este tiempo
-¿Hubiese cambiado tu reacción si te lo decía de otra forma? Después de todo soy un ser mitológico, no soy alguien “normal”.
-Eres mi mejor amigo Liam. No, de hecho eres algo más. Hubiese intentado de comprenderte de cualquier forma… pero no puedes pedírmelo ahora. No de esta forma- Dije mientras me liberaba de su agarre- Vete, tengo mucho en que pensar. ¡Vete!
-Bien, pero por favor, piénsalo. Ten en cuenta de que por código no podía decirte nada- Se giró en mi dirección y se acercó, nuestros cuerpos se rosaban de la cercanía- Si quería cuidarte solo podía hacerlo de esta forma, y nunca te dejé. Siempre me escapaba de mis rondas para vigilarte. Piensa en ello. Cuando quieras hablar dímelo, vendré enseguida- Me besó la mejilla y se marcho.
Luego de que Se marchara el “chico lobo” me quedé en mi cama, abrazada a mis piernas, por toda la tarde. De hecho, ese mismo día me sentí fatal, los dolores de cabeza no me dejaban tranquila y el cuerpo me dolía. Esta vez mi madre se encargo de mi falta de clases por esta nueva semana llamando a la escuela. Al anochecer, escuché el bajo aullido de Liam. Camine hasta la ventana y si, allí estaba él, con la mirada afligida y las orejas abajo. Tuve un golpe de ira y cerré la ventana y cortinas para luego irme a mi cama. Estaba demasiado dolida como para perdonárselo tan fácil.
Durante toda la noche, los aullidos lastimeros de Liam se unieron a los de su manada. Un coro sin fin que me recordaba a cada segundo lo que había ocurrido esta tarde ¿hasta cuándo durará todo esto?
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Whitemoon
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MensajeTema: Re: Reencuentro    Reencuentro  Icon_minitimeJue Ago 22, 2013 2:35 am

10.
  Ya han pasado 5 días desde que me enteré de que Liam, mi mejor amigo, es un hombre lobo. Durante todas las tardes y noches he escuchado los mismos aullidos lastimeros, empapados en pena y arrepentimiento. Me dolía el pecho al escucharlo así, casi podía verlo desgarrado de dolor. Suspiré y abrí nuevamente la ventana, saqué la cabeza para tener mejor visión. Me engañaba a mi misma convenciéndome de que no lo extrañaba.
  - ¿Estás aquí?- entre los arboles del bosque se dibujó su figura, salió calmado y sus ojos verdes brillaron al verme- Bien, solo necesitaba eso- giró su cabeza levemente hacia un lado y alzo sus orejas grises, curioso- Adiós.
  Bajé hasta el primer piso, donde no había nadie más que mi madre en la mesa,  al parecer estaba esperándome. Odiaba cuando teníamos conversaciones; nunca nos hemos sentado a hablar anteriormente y no quiero hacerlo ahora.
  -Rebeca. Cielo, ¿tienes un minuto para tu madre?- Suspire agotada, pero le sonreí al final- ¿Qué es lo que ha pasado con Liam? Hace mucho que no lo he visto por aquí.
  -Mamá, no quiero hablar mucho sobre eso… Digamos que me oculto algo de mucha importancia y estoy enojada con él por eso- camine hasta la cocina buscando algo que comer- Así que mamá, por favor no hagas mas…
  -Él vendrá mañana…- Dijo calmadamente mientras se levantaba para ir hasta la televisión
  -¡¿Qué?! Mamá por qué lo hiciste- Mi voz mostraba claramente el enojo que tenía
  -Me lo encontré hoy en el pueblo y me pregunto cómo estabas, y cuando se enteró de que estabas “enferma” me pidió si podía venir a verte mañana antes de irse a la escuela. Hací que dejaré la puerta sin llave mañana- se dio media vuelta- solo era eso amor, adiós.
  -Pero…-No alcancé a decir más, ya estaba sola en la cocina. Me había abandonado.
En ese momento mi celular comenzó a vibrar, fruncí el seño cuando vi la pantalla: Liam
  “Rebecca, me siento fatal por lo que pasó, por favor, tenemos que hablar de esto. A quien engaño, tu madre me dijo que mañana puedo ir a tu casa cuando no quede nadie, intentaré llegar lo más temprano que pueda. Y está claro que no vale la pena que lo evites, no puedes escapar por aquí sin que yo te encuentre.
Liam”
  -Perfecto…- refunfuñé y subí a mi habitación enojada.
  Ya era costumbre que me encerrara en mi cuarto sin hacer nada, estirada en mi cama mirando el techo y escuchar la hermosa y triste melodía que los lobos cantaban cada noche.  Esta noche estuve completamente enfocada en lo que se vendría mañana, temiendo en lo que me dirá, temiendo no creerle y no querer verlo más.
El celular vibró otra vez. Fruncí el ceño, extrañada y tomé rápidamente el celular.
“Hey Rebs ¿Qué tal? Me enteré de que enfermaste. Cuídate mucho ¿sí?  Perdona si he sido un poco brusco, y si no he respondido tus mensajes y llamadas pero he estado mejorando y ahora puedo estar nuevamente atento a ti (he tenido asuntos que arreglar). Prometo que cuando mejore totalmente te veré otra vez. Balthazar”
  ¿Balthazar contestando mis mensajes después de semanas de espera? ¿Qué tan cambiante puede ser este chico? Bostecé, estos últimos días los he pasado con insomnio y, hasta ahora, no he escuchado nada que me mantenga en vela toda la noche. Mis ojos terminaron por ganarme y se cerraron agradecidos.
  Despierto. Aún sigo confusa pero sé que he dormido un par de horas ya que me encuentro sumergida en la oscuridad de mi cuarto. Busco a tientas el celular que creo quedó sobre el velador. Mi mano tantea la superficie lisa  del velador hasta dar con su objetivo. Presiono la tecla del costado y el celular se desbloquea; la luz de la pantalla me enceguece por un momento hasta que me acostumbro a la fuerte luz: 6.10 am. Me levanto, estiro los brazos y piernas;  de pronto me siento con energías.
  Abro las cortinas y la ventana, una repentina y fría brisa entra a la habitación, poniéndome los pelos de punta. Luego voy al baño y entro a la ducha, agradeciendo el agua caliente. Al salir del baño, acompañada de una gran nube de vapor, me vestí con una polera a tiras blanca con unos pantalones grises, además de un polerón del mismo color. Bajé las escaleras y fui directamente al refrigerador para sacar la caja de leche, luego a los cajones de arriba para sacar el cereal y un cuenco. Ya con mi desayuno preparado, me senté en el sofá de cuero del comedor y encendí el televisor.
  “… Se registran 4 muertes hasta hoy a las 5:27 de la madrugada. La última víctima, Tim Newood, fue encontrado a la entrada del bosque. Según la policía fue a causa de un animal salvaje. Se cree que lo sorprendió de frente, provocándole la muerte inmediata al morderle el cuello…”
  Dejé de comer, pensando en que “ése” animal que lo atacó pudo ser algún chico, que sea igual a Liam. Pero descarto enseguida la opción de que él lo hubiese hecho, Liam no atacaría a alguien porque sí, ni siquiera estaba en su territorio (si cuento un radio de 50 km alrededor de su casa)
  -¿Peter?- Di un salto del susto al escuchar la voz de mi madre
  -No mamá soy yo- dije levantándome del sofá para ir a sentarme con ellos a la mesa
  -Nunca creí verte despierta a estas horas- Dijo papá. Es verdad, nunca me había visto en todo el día hasta que él llegaba del trabajo en la noche
  -Tengo insomnio, no pude dormir, y bajé para comer algo.- El que no podía dormir era verdad, cualquiera podía notarlo por las ojeras- ¿tienes hora?- dije bostezando.
  - Son las… 8.11 am – frunció el ceño mientras me miraba detenidamente- Rebecca, ¿desde cuándo hace que no puedes dormir?
  -mmm creo que ya van 5 días… si no me falla la memoria- Acabé el cuenco y lo dejé en el fregadero- pero no te preocupes, intentaré dormir un poco ¿ok?
  Asintió pero podía ver la preocupación en sus ojos. Al llegar a mi cuarto me derrumbe sobre la cama. El no poder pegar pestaña durante las noches anteriores me tenía derrotada, el cuerpo me pesaba tanto como para no tener ánimos de nada.
  Desperté cuando escuché que alguien estaba subiendo las escaleras, por supuesto que no era alguien de la familia, digamos que nadie se toma el tiempo de charlar conmigo, entonces yo tampoco me  molesto. El único que se tomaría la molestia de estar conmigo era Liam.

  Me senté en la cama, peiné un poco mi cabello para arreglar el desastre y miré fijamente a la puerta. Los pasos cesaron, se escuchó un suspiro tras la puerta y luego lo siguieron 3 leves golpes
  -No te molestes…-hice un pausa-… puedes pasar
  El chico de cabello ceniza apareció frente a mí. Sentía ganas de saltar a sus brazos y refugiarme en ellos para desconectarme del mundo por un momento, pero en esta situación eso no es posible. Liam se acercó lentamente y se sentó a los pies de la cama, puso su mano sobre la mía y me miro directamente a los ojos, después de suspirar habló seriamente.
  -Quieres que te cuente sobre mí  ¿verdad?- Asentí y él continuo- Bueno, como tú dijiste la otra vez, sí, soy un hombre lobo. Soy el lobo de pelambrera ceniza que te vigilaba constantemente a las afueras del bosque- sonreí al recordarlo y él levanto ambas manos- No me tomes por un pervertido, pero me encantaba el escaparme de las rondas para vigilarte- sonrió culposo.
  - ¿Pero desde cuándo tú…?- No alcancé a terminar cuando él me sonrío
  - ¿Soy así? desde que tengo memoria. Me explico, desde que tengo uso de razón mis padres me contaron historias de los bosques y los “peligros” que había allí, pero nunca lo que realmente pasaría. Cuando cumplí 7 fue la primera vez que me “transformé”.-Al no decir nada, él siguió- Venía regreso a casa después del colegio y, mientras caminaba por el sendero del boque, sentí un retorcimiento que me tumbó en el suelo, me retorcí un poco y sentí como si mi piel hubiese, no sé, explotado; estaba confundido y asustado, miré mis brazos, que eran largas patas, y los cubría un grueso pelaje ceniza-Me miró sonriendo. Le seguía la historia sin distraerme-Nunca creí que esto en verdad pudiese pasarle a alguien pero era verdad. Verás, todos los de mi familia, y otras del pueblo, tienen esta “cosa” en sus genes, y TODOS los que la tengan tendrán que transformarse al menos una vez en su vida, esto puede pasar en cualquier momento; no presentas síntomas de dolor, ira ni nada por el estilo, solo pasa de un momento a otro.
  - ¿Y estabas completamente solo en el bosque? ¿No sete ocurrió algo para llamarlos como… aullar?-Pregunté- Es decir, eres un lobo ¿No? Eso es lo que hacen para llamarse y cosas por el estilo…
  - ¿Crees que pude pensar algo como eso cuando te transformas en una bestia peluda y, para hacerlo peor, eres un novato?-Arqueó una ceja, impresionado de mi poco entendimiento al respecto de la situación, asentí levemente sopesando mis palabras- Respondiendo a eso, NO. No sabía siquiera que hacer o como llamar a mis padres o a mis amigos y el bosque ahora parecía más grande de lo que siempre creí. Estaba asustado y paralizado del miedo, pero para mi suerte cuando al fin me tranquilicé lo suficiente como para mirar lo que tenía en frente vi un par de patas caninas, café y grises, junto a un par de pantalones formales negros. Obviamente era mi padre con los de la manada-Sonrió ampliamente mostrando su blanca y perfecta dentadura, sus colmillos eran un poco más puntiagudos que los del resto de la gente - Ellos se encargaron de llevarme a casa y enseñarme lo que necesitaba, como salir de la fase de transformación, aprender a alimentarnos cuando estamos en plenas rondas, y como comunicarme con el resto .Aunque no lo creas, las primeras veces son dolorosas, ya que tus huesos y músculos deben acostumbrarse desde el primer momento al cambio. Recuerdo que, después de ese día, no quería transformarme nunca más, pero eres inestable y el cambio puede pasar en cualquier momento.
  — ¿Aún lo eres?-La preocupación en mi voz era notable- Digo… ¿Aún eres tan inestable?
-No, después de que me obligaran a transformarme un par de veces, ya no siento dolor y puedo controlar cuando quiero transformarme. Además, no podía ser de ese modo, ya que soy la segunda cabeza al mando de la manada- Esta vez estaba más cerca de mí.
-¿El segundo al mando? Entonces… ¿tu padre y madre son los… alfas?- No podía imaginarme a esas intachables personas que conozco desde niña en medio del bosque como animales, pero su hijo era igual, creo que es el momento perfecto para empezar a acostumbrarme.
-Exacto. Como soy hijo único tuve que entrenar bastante para ser el más fuerte de todos y ganarme ese puesto. Antes de mí era un sujeto llamado Tom, tuve que matarlo una vez que me dio muchos problemas, quería retomar el puesto que tenía antes de que yo naciera.- Se encogió de hombros al recordar el evento.
-Tengo un par de preguntas más- Dije sin rodeos
-Bien, dispara- Sonrió ampliamente
-¿Quiénes son tu manada? ¿Es de los tuyos el lobo que me vigilaba en la casa de los Olsen? Y por último ¿Cuál es el código por el que no podías contarme lo que en verdad eres?-Me crucé de brazos, esperando que responder, ojalá, todas las preguntas.
-Ok- Se acomodó en la cama, estábamos a centímetros el uno del otro- Mi manada consta de 17 lobos, en verdad, 18 contándome;  Lo segundo, sí, el lobo que te vigilaba es de mi manada. Es James, lo recuerdas ¿Verdad? El chico que fue a buscar la otra vez en la cafetería.
-¡James!- Me sorprendí en el primer minuto, pero al recordar sus extraños ojos ya no me cabían dudas de que era él- Así que era verdad –El chico me miró extrañado- Si tenías a tu “gente” vigilándome en todo momento…
-Era necesario, en ese momento lobos  del territorio enemigo entraron al nuestro y mi presencia era necesaria-Frunció el ceño, realmente enojado, podía imaginármelo perfectamente como un lobo enseñando los dientes- Cuando James me vio tan preocupado, se ofreció voluntario a cuidarte hasta que salieras de ese lugar.
-No te preocupes estas perdonado-Sonreí dulcemente- Aún te quedan preguntas que responder.
-Es cierto, perdona. ¿Cuál era la siguiente pregunta?
-Tú nombraste un código que no te permitía Contarme tu secreto ¿En qué consiste?
-Básicamente, en no decirle a nadie, humano o lobo, lo que somos, quienes son de nuestra manada y cuál es nuestro territorio. Todo eso es para proteger a los nuestros. Si el secreto cae en malas manos lo más seguro es que nos darían caza de inmediato.
-No tienes que preocuparte por mí, no diré nada- Dije mientras levantaba una mano y ponía la otra en mi corazón cómicamente.
-Lo sé. Lo que más apreciamos es la lealtad, es el valor que mejor conocemos, por eso sé que puedo confiar plenamente en ti- Me miró por un momento y cuando me di cuenta de lo que hacía me sonrojé, recordando esas palabras: “Te quiero”.
Sin decir nada, me levante de la cama y me quedé frente a él mirando el piso. Liam quedó extrañado de inmediato.
-¿Rebecca? ¿Pasa algo?- lo abracé en ese momento, esperando su rechazo, pero el solo me abrazó de vuelta- Hey ¿Podrás perdonarme?, se que te abandoné por mucho tiempo, y sin decirte nada. Sé que tuvo que ser difícil pero si me perdonas, prometo nunca dejarte…
-Lo siento, en verdad lo siento… Dudé de ti cuando me enteré del secreto. Nunca debí hacerlo. ¿Me perdonas?- No quité la cara de su camisa por vergüenza, nunca debí desconfiar de él.
- ¿Tienes que preguntar?- Dijo riendo, como si nunca hubiese pasado algo- Oye siento matar el momento pero… necesito hacer otra ronda ¿Me acompañas?, así podrás conocer a la manada.
- ¿Estás seguro que puedo ir? ¿No se sentirán... incómodos?
- ¿Incómodos? Te conocen desde que somos niños, ya sabes, desde que soy un miembro oficial de la manada todos velaban por nuestra seguridad.
Asentí. Liam sonrió y sacó su teléfono del bolsillo, marcó un número y no se tardaron en responder del otro lado.
-¿Beatriz?, avísale al resto que se prepare. Cuando llegue a casa quiero que estén todos listos y… no se sorprendan por si llevo a alguien conmigo.
-¿Te has vuelto loco? Como que vas a traer a alguien, el alfa no…- La mujer al otro lado hablaba lo suficientemente fuerte como para escuchar todo lo que decía.
-Mi padre ya lo sabe. A quien llevo es a ella.-su voz era autoritaria. Estaba claro que con el tono estaba usando, las cosas debían hacerse.
-¿Ella ya lo sabes todo?... Creo que si es hací no resulto tan difícil ¿verdad?- La joven sonaba alegre- está bien, ¿quieres que todos estén en casa?
-Los necesitare a todos, excepto a ti, quiero que cuides a Rebecca mientras yo estoy fuera
-No hay problema, en 25 minutos todos estarán esperándolos a ambos. Están ansiosos de decir “Hola”.- La chica colgó.
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