Vagaba sin rumbo fijo, aquella pobre criatura no sabia a donde ir, se sentía perdida, triste, abandonada, sola, tenia millones de preguntas rondandole por la cabeza. ¿Qué era?, ¿De dónde venía?, ¿A dónde iba?, ¿Qué quería?, ¿A qué le temía?, ¿Qué soñaba?, ¿Qué amaba?... No se sentía identificada en ningún lugar al que iba, no tenía ni idea sobre sus orígenes, realmente no sabía que quería, le temía solo a lo que era y el no saber lo que era le causaba mas miedo aún, no soñaba y no había nada que amara.
Estaba herida, sollozante, demasiado la había lastimado, muchos puñales le habían encajado, las entrañas le habían desgarrado, mares, de sangre había llenado.
Viva la habían enterrado, con espinas la habían coronado, pies y manos le habían atado y las cadenas mucho habían ajustado, cuando sueños tuvo se los habían destrozado, las alas le habían cortado...
Con facilidad podemos figurarnos a aquella lastimosa criatura, con marcas y heridas por todo su cuerpo, los ojos cansados de tanto llorar, aquellas alas que antaño tuvo ahora se semejaban a dos trozos de papel mal cortados, frágiles y de sangre empapados.
Y lo peor de todo es que, aquella tétrica y horripilante criatura, era mi alma..